Derecho a la Vida
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FDA: La vacuna contra la COVID-19 de Pfizer
y Moderna causa daño cardíaco
Durante años, padres y profesionales médicos han advertido sobre la peligrosa relación entre las vacunas de ARNm contra la COVID-19 y la inflamación cardíaca en varones jóvenes, solo para ser tachados de "antivacunas" o conspiranoicos. Ahora, en un sorprendente cambio de postura, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) ha ordenado a Pfizer y Moderna que refuercen sus etiquetas de advertencia, admitiendo finalmente que estas vacunas pueden causar daño cardíaco duradero, especialmente en adolescentes y hombres jóvenes.
Pero esta admisión llega demasiado tarde: después de que se administraran millones de dosis bajo falsas promesas, de que innumerables vidas jóvenes fueran alteradas por la miocarditis y de que las agencias de salud pública ocultaran activamente la verdad. La tardía acción de la FDA plantea una pregunta crucial: ¿Cuántas lesiones más se podrían haber evitado si el gobierno hubiera priorizado la transparencia sobre la promoción ciega de las vacunas?
Puntos clave:
Pero esta admisión llega demasiado tarde: después de que se administraran millones de dosis bajo falsas promesas, de que innumerables vidas jóvenes fueran alteradas por la miocarditis y de que las agencias de salud pública ocultaran activamente la verdad. La tardía acción de la FDA plantea una pregunta crucial: ¿Cuántas lesiones más se podrían haber evitado si el gobierno hubiera priorizado la transparencia sobre la promoción ciega de las vacunas?
Puntos clave:
- La FDA ha ordenado que Pfizer y Moderna actualicen las etiquetas de sus vacunas contra la COVID-19 para incluir advertencias más contundentes sobre la miocarditis y la pericarditis, especialmente en hombres de 16 a 25 años.
- Nuevos datos revelan que la lesión miocárdica suele ser duradera, lo que contradice las afirmaciones previas de los CDC de que la inflamación cardíaca "tiende a resolverse rápidamente".
- La mayor incidencia de miocarditis se presenta en varones jóvenes, con 38 casos por millón de dosis, una cifra mucho mayor de lo reconocido previamente.
- Correos electrónicos internos del gobierno muestran que los funcionarios de salud evitaron deliberadamente advertir al público sobre estos riesgos, incluso después de detectar señales de seguridad en 2021.
- La acción de la FDA surge tras una investigación del Senado que expuso cómo las agencias federales minimizaron y ocultaron las lesiones causadas por las vacunas.
Una admisión de daño largamente esperada
¿Cuántos han sufrido daños cardíacos
debido a las mentiras sobre las vacunas?
Las etiquetas actualizadas ahora deben indicar que la lesión miocárdica es común entre quienes desarrollan miocarditis posvacunación, y los datos muestran daño persistente cinco meses después de la vacunación. Esto contradice directamente las garantías previas de los CDC de que los casos fueron "leves" y "se resolvieron rápidamente".
¿Por qué tardó tanto? Documentos internos obtenidos a través de solicitudes de la FOIA revelan que, ya en mayo de 2021, los CDC y la FDA consideraron emitir una advertencia pública, pero finalmente optaron por el silencio en lugar de la transparencia.
La supresión de la verdad y el costo del engaño
El Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado publicó recientemente un informe contundente que expone cómo las agencias federales de salud ocultaron sistemáticamente el riesgo de miocarditis relacionado con las vacunas contra la COVID-19. Correos electrónicos internos revelan que los funcionarios participaron en un encubrimiento coordinado al negarse a actualizar el sistema de informes V-safe para incluir los síntomas cardíacos, lo que garantizó que innumerables casos nunca se documentaran. Además, bloquearon una advertencia planificada de la Red de Alerta Sanitaria que habría alertado a los médicos y al público sobre los peligros, priorizando la percepción pública sobre la transparencia.
La FDA ahora exige que Pfizer y Moderna emitan advertencias con sus vacunas
Esto no fue mera negligencia, sino un engaño calculado, que sacrificó el consentimiento informado para mantener altas tasas de vacunación. Las conclusiones de la FOIA del abogado Ed Berkovich corroboran aún más esto, revelando extensas redacciones en documentos de los CDC, en particular aquellos compartidos con asesores principales de la Casa Blanca, lo que sugiere una participación de alto nivel en ocultar la verdad. La inacción del comité ante las abrumadoras señales de seguridad plantea preguntas urgentes sobre la responsabilidad de quienes ignoraron el daño irreversible al público.
La nueva advertencia de la FDA es un pequeño paso hacia la rendición de cuentas, pero no repara el daño. Millones de jóvenes recibieron estas vacunas sin que se les informara sobre todos los riesgos. Muchas personas viven ahora con enfermedades cardíacas crónicas, mientras que las compañías farmacéuticas y las agencias gubernamentales responsables no enfrentan ninguna consecuencia.
A medida que la verdad continúa saliendo a la luz, una cosa está clara: El lanzamiento de la vacuna contra la COVID-19 fue uno de los experimentos médicos más grandes de la historia, y el público nunca recibió toda la información. Ahora, un nuevo liderazgo del HHS debe desmantelar este fraude médico y abordar las consecuencias de las lesiones causadas por las vacunas, paso a paso.
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Publicado el 26 de mayo de 2025
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