Derecho a la Vida
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Informe Oficial sobre la Pandemia - VI
¿La Vacuna contra el Covid: 'Segura y Eficaz'?
El Informe Oficial de la Cámara de Representantes dirigido por el Coronel Wenstrup investigó la respuesta del gobierno a la pandemia del Covid-19. Su documento de más de 500 páginas detalla extensamente los fracasos, mentiras, errores y daños causados por los confinamientos y la histeria del Covid que se apoderó del mundo durante esos años de locura. De todas las controversias que existen sobre este dudoso período de la historia, tal vez no haya ninguna mayor que la de las vacunas, su impacto y su imposición.
Una manía masiva descendió sobre el mundo. Se amenazaron medios de vida a quienes dudaban de la vacuna, y los medios de comunicación no cesaban de repetir el peligro que representaban los no vacunados para aquellos que sí habían hecho fila para recibir la inyección. Los titulares se volvieron reminiscentes de las dictaduras del siglo XX que culpaban a miembros indeseables de la población para desviar la atención de los fracasos del régimen.
Ahora, años después, el Informe Oficial ha emitido su veredicto sobre las vacunas, las imposiciones y la locura que causaron un daño irreparable a la confianza pública.
La política de las vacunas
El Informe Oficial inicia el análisis sobre las vacunas abordando la Operación Warp Speed (OWS), la iniciativa del presidente Trump para producir rápidamente una vacuna contra el virus supuestamente de rápida propagación. La administración Biden, por su parte, declararía unilateralmente disponibles los refuerzos (Boosters) para los estadounidenses, sin que hubieran sido aprobados por los CDC o la FDA (pp. 305-306). Todo lo relacionado con la inyección fue acelerado.
El Coronel Wenstrup cree que la vacuna y la OWS salvaron millones de vidas. Aunque su conclusión oficial es que la vacuna fue en efecto ampliamente eficaz para frenar los daños causados por la pandemia (p. 301), aún existen muchas advertencias que acompañan esta aprobación cautelosa.
¿Segura y eficaz?
Pfizer, uno de los gigantes médicos responsables de fabricar vacunas, recibió autorización para avanzar con su producto meses antes de lo que permitía el protocolo vigente; la aprobación más rápida previa para una vacuna había tomado cuatro años. Altos funcionarios médicos renunciaron debido a datos contradictorios que indicaban efectos secundarios graves y riesgos, mientras que al público se le bombardeaba con promesas de que la vacuna era “segura y eficaz” (pp. 311-312).
Ya en 2021, los científicos comenzaban a expresar su preocupación por el vínculo de la vacuna con inflamaciones cardíacas (pp. 306-307), pero cualquier discusión sobre ello fue demonizada como una teoría conspirativa peligrosa, en medio del afán por asegurar al público su seguridad.
Los científicos que expresaron preocupación por el desarrollo acelerado de una vacuna que no contaba con los ensayos de seguridad estándar y prolongados, fueron marginados (pp. 312-322). La vacuna se impulsó de todos modos, y un ejército de comentaristas mediáticos apareció dispuesto a decir lo que fuera necesario para asustar, avergonzar o presionar al público a hacer fila por sus dosis.
Mandatos
Los mandatos de vacunación terminaron carreras y rompieron familias. El Informe Oficial concluyó que los mandatos que exigían a los ciudadanos vacunarse fueron en realidad más trascendentales que las propias vacunas.
La conclusión del Informe Oficial fue contundente: Los mandatos de vacunación no estaban respaldados por la ciencia y fueron positivamente dañinos para el bienestar de la nación. Aunque el Informe respalda las vacunas en principio, es claro a partir de sus hallazgos que no fueron ni tan seguras ni tan eficaces como la propaganda que nos repitieron hasta el cansancio durante esos años de locura. Las vacunas fueron aprobadas apresuradamente, las preocupaciones legítimas fueron marginadas, las perspectivas alternativas fueron directamente demonizadas, y el daño causado por los mandatos de vacunación fue enorme.
Sin embargo, a pesar de todo esto, existe una prueba aún más condenatoria: Pfizer, uno de los principales beneficiarios de los mandatos de vacunación, en realidad participó en la decisión gubernamental de imponer dichos mandatos (pp. 326-330).
La realidad
Otras notas del Informe Oficial revelan un tesoro de información. La inmunidad natural y de rebaño funcionaron, pero nuestros “expertos” minimizaron esta realidad para poder seguir impulsando la vacunación (pp. 330-335). La ivermectina está efectivamente aprobada para uso humano, sin embargo, esta verdad fue etiquetada como “desinformación” durante la campaña pandémica para convencer a la gente de que solo era para ganado; una mentira sigue siendo una mentira, sin importar la intención (p. 300).
Al revisar los datos revelados por el Informe Oficial, podemos ver el encubrimiento frenético perpetrado por un gobierno desesperado por imponer una agenda revolucionaria a expensas de la verdad, la decencia e incluso la vida humana. Vacunas peligrosas fueron promovidas sin una evaluación adecuada; las mismas compañías farmacéuticas que fabricaban las vacunas tuvieron voz en imponer que la vacunación fuera obligatoria para poder funcionar en la sociedad.
Científicos detrás de escena intentaron alzar sus voces, pero fueron silenciados. Mientras tanto, los riesgos muy reales de las vacunas eran etiquetados como teorías conspirativas. Al mismo tiempo que se nos bombardeaba día y noche con el mantra de “segura y eficaz”, esos mismos “expertos” sabían que era falso. Aquellos que fueron lesionados por las vacunas han sido prácticamente ignorados (p. 359).
No está dentro del alcance de esta serie cubrir cada punto relacionado con el análisis del Informe Oficial sobre las vacunas. Como era de esperarse, Wenstrup aún cree que la vacuna era necesaria. Sin embargo, concluye que, si queremos recuperar un alto nivel de confianza en nuestro gobierno —de hecho, en nuestra sociedad— debemos confrontar la realidad tal como es, en lugar de hacer un hábito de demonizar, culpar y mentir.
Como una nota final, deberíamos contemplar un hecho de la página 351: El Informe determinó que en los tres años posteriores a la vacuna contra el Covid, las muertes por lesiones causadas por la vacuna superaron las muertes por todas las demás vacunas combinadas durante los últimos 30 años.
Recuerda esto la próxima vez que escuches las palabras “segura y eficaz.”
Continuará ...
Para leer el informe completo de 520 páginas “Revisión posterior a la acción de la pandemia de Covid-19: Lecciones aprendidas y un camino a seguir”, haz clic aquí.
Una manía masiva descendió sobre el mundo. Se amenazaron medios de vida a quienes dudaban de la vacuna, y los medios de comunicación no cesaban de repetir el peligro que representaban los no vacunados para aquellos que sí habían hecho fila para recibir la inyección. Los titulares se volvieron reminiscentes de las dictaduras del siglo XX que culpaban a miembros indeseables de la población para desviar la atención de los fracasos del régimen.
Ahora, años después, el Informe Oficial ha emitido su veredicto sobre las vacunas, las imposiciones y la locura que causaron un daño irreparable a la confianza pública.
La política de las vacunas
Los medios comenzaron de inmediato a demonizar
a quienes cuestionaban las vacunas
El Coronel Wenstrup cree que la vacuna y la OWS salvaron millones de vidas. Aunque su conclusión oficial es que la vacuna fue en efecto ampliamente eficaz para frenar los daños causados por la pandemia (p. 301), aún existen muchas advertencias que acompañan esta aprobación cautelosa.
¿Segura y eficaz?
Pfizer, uno de los gigantes médicos responsables de fabricar vacunas, recibió autorización para avanzar con su producto meses antes de lo que permitía el protocolo vigente; la aprobación más rápida previa para una vacuna había tomado cuatro años. Altos funcionarios médicos renunciaron debido a datos contradictorios que indicaban efectos secundarios graves y riesgos, mientras que al público se le bombardeaba con promesas de que la vacuna era “segura y eficaz” (pp. 311-312).
Ya en 2021, los científicos comenzaban a expresar su preocupación por el vínculo de la vacuna con inflamaciones cardíacas (pp. 306-307), pero cualquier discusión sobre ello fue demonizada como una teoría conspirativa peligrosa, en medio del afán por asegurar al público su seguridad.
Los científicos que expresaron preocupación por el desarrollo acelerado de una vacuna que no contaba con los ensayos de seguridad estándar y prolongados, fueron marginados (pp. 312-322). La vacuna se impulsó de todos modos, y un ejército de comentaristas mediáticos apareció dispuesto a decir lo que fuera necesario para asustar, avergonzar o presionar al público a hacer fila por sus dosis.
Mandatos
Los mandatos de vacunación terminaron carreras y rompieron familias. El Informe Oficial concluyó que los mandatos que exigían a los ciudadanos vacunarse fueron en realidad más trascendentales que las propias vacunas.
Los datos científicos y las protestas populares fueron ignorados
Sin embargo, a pesar de todo esto, existe una prueba aún más condenatoria: Pfizer, uno de los principales beneficiarios de los mandatos de vacunación, en realidad participó en la decisión gubernamental de imponer dichos mandatos (pp. 326-330).
La realidad
Otras notas del Informe Oficial revelan un tesoro de información. La inmunidad natural y de rebaño funcionaron, pero nuestros “expertos” minimizaron esta realidad para poder seguir impulsando la vacunación (pp. 330-335). La ivermectina está efectivamente aprobada para uso humano, sin embargo, esta verdad fue etiquetada como “desinformación” durante la campaña pandémica para convencer a la gente de que solo era para ganado; una mentira sigue siendo una mentira, sin importar la intención (p. 300).
La FDA afirmó falsamente que la ivermectina no era segura para uso humano. ¿Una mentira con buenas intenciones?
Científicos detrás de escena intentaron alzar sus voces, pero fueron silenciados. Mientras tanto, los riesgos muy reales de las vacunas eran etiquetados como teorías conspirativas. Al mismo tiempo que se nos bombardeaba día y noche con el mantra de “segura y eficaz”, esos mismos “expertos” sabían que era falso. Aquellos que fueron lesionados por las vacunas han sido prácticamente ignorados (p. 359).
No está dentro del alcance de esta serie cubrir cada punto relacionado con el análisis del Informe Oficial sobre las vacunas. Como era de esperarse, Wenstrup aún cree que la vacuna era necesaria. Sin embargo, concluye que, si queremos recuperar un alto nivel de confianza en nuestro gobierno —de hecho, en nuestra sociedad— debemos confrontar la realidad tal como es, en lugar de hacer un hábito de demonizar, culpar y mentir.
Como una nota final, deberíamos contemplar un hecho de la página 351: El Informe determinó que en los tres años posteriores a la vacuna contra el Covid, las muertes por lesiones causadas por la vacuna superaron las muertes por todas las demás vacunas combinadas durante los últimos 30 años.
Recuerda esto la próxima vez que escuches las palabras “segura y eficaz.”
La cruda realidad de ‘Segura y Eficaz’
Publicado el 17 de julio de 2025
Publicado el 24 de junio de 2025
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