Devociones Especiales
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
Una Estatua del Sagrado Corazón que emite certeza
Nuestro Señor está bien representado, muy erecto; su busto es bastante serio y viril, propio de quien considera con seriedad ver la realidad de todo. Es la imagen misma de la certeza. El conjunto revela la amplitud de las grandes visiones del universo y de todo lo que existe.
Su cabello está separado en el medio, parece marcar una simetría universal en el mundo donde todo se puede ver en dos aspectos similares pero distintos, lo que constituye una armonía superior. Su cabello cae sobre sus hombros con suavidad, en un orden perfecto, impecable y uniforme. Tan acogedor y tan afable, no hay un hilo fuera de lugar.
La mirada dirigida al observador está llena de convicciones y reflexiones, que se han acumulado en un prodigioso depósito de certezas, y que comunican a los demás lo que Él está pensando.
Todo esto tiene lugar en un plano tan alto y extraordinario que Él se manifiesta al mismo tiempo que el verdadero Rey y el verdadero Maestro.
El es Rey por excelencia. No porque Él tenga el hábito de mandar o porque otros reconozcan en Él el derecho de mandar, sino que Él es el Rey en su misma escencia. Él es el Rey en su esencia, independientemente de lo que otros piensen o no piensen, o quieran o no quieran.
También es Maestro por excelencia, el Maestro que enseña una verdad total perfecta, a la que la única respuesta es esta: "Si, Yo te adoro!”
Extracto de una charla con el Prof. Plinio on March 14, 1993
Publicada el 17 de abril 2019
Publicada el 17 de abril 2019
______________________
______________________
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |