NOTICIAS: 5 de diciembre de 2024
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HAGAMOS QUE RUSIA SEA GRANDE OTRA VEZ–
El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido en su campaña electoral poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania en las 24 horas siguientes a su toma de posesión. En este período intermedio que nos separa del 20 de enero de 2025, Trump ha enviado a Ucrania al general Keith Kelogg, el inspirador de este plan, con la amenaza: o los ucranianos aceptan nuestras condiciones de entregar los territorios invadidos a Rusia o Estados Unidos deja de suministrar armamentos a Ucrania.
Trump presenta esta “propuesta de paz” como una gran ventaja para Estados Unidos y para todo el mundo que está perdiendo tantas vidas y está agotado por tantas guerras.
Analicemos con calma y en profundidad lo que realmente significa esta propuesta.
I – Desde la perspectiva ucraniana
Después de ser una república soviética durante 69 años (1922-1991), Ucrania entró en un período de transición desde un régimen autoritario comunista a la democracia (1991-2004). Este período estuvo marcado por dos presidentes prosoviéticos iniciales: Kravchuck (que había sido el Jefe del Estado cuando Ucrania era una República Soviética) y Kuchma; este último convocó una elección amañada para dar la victoria al candidato prosoviético. En protesta por ese fraude, Ucrania tuvo su Revolución Naranja en 2004-2005. Una segunda vuelta electoral dio la victoria a Viktor Yuschencko, que era prooccidental y tenía una plataforma no comunista.
Después de Yuschencko, fue elegido el candidato prosoviético Yanuckowich. Fue seguido por dos candidatos prooccidentales: Porochencko y Zelensky. Fue bajo el gobierno de Porochencko que Rusia invadió Crimea en 2014; Fue bajo el mando de Zelensky que Rusia invadió el este de Ucrania en 2022.
Occidente protestó por la toma de Crimea, pero no llevó a cabo ninguna acción militar. Sin embargo, cuando llegó la segunda agresión rusa, Occidente –EE.UU., la OTAN y varios países europeos– se puso del lado de Ucrania, ayudándola militar y financieramente.
Los ucranianos están luchando heroicamente por recuperar estas dos partes de su territorio. Esta reacción cuenta con el pleno apoyo de la opinión pública. Por ejemplo, hay grupos de mujeres –madres, abuelas, esposas e hijas de soldados desplegados– que han formado grupos paramilitares para derribar drones que entran en los cielos de Ucrania. Uno de estos grupos se llama Brujas de Butcha.
Ahora, Trump viene a decirles que renuncien a su territorio con el pretexto de la paz. Los ucranianos se preguntan: “¿Qué garantía tenemos de que mañana Rusia no venga a apoderarse de otra parte de nuestro país? De hecho, ayer Rusia tomó Crimea y Estados Unidos no la ayudó; hoy Rusia toma las ciudades de Donestsk, Luhansk, Mariupol y Melitipol y Estados Unidos nos obliga a dejar de luchar por ellas. Lo que está haciendo Trump es darle la victoria a Rusia y obligarnos a aceptarla sin condiciones”.
¿Cuál fue el crimen de Ucrania para merecer semejante castigo? Se puso del lado de Occidente contra la dominación prosoviética y procomunista.
¿No es curioso que la primera preocupación del candidato ganador capitalista estadounidense sea dar la victoria a la Rusia prosoviética y antioccidental? ¿No parece una traición?
II – Desde la perspectiva rusa
Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022 imaginando que sería una toma de poder rápida, como sucedió en Crimea ocho años antes en 2014.
En la primera fase del ataque, Rusia entró en las ciudades más grandes, pero en muy poco tiempo tuvo que retroceder, empujada por la fuerte reacción de la población que reforzó el contraataque militar. Se retiró a las provincias orientales, cambiando su táctica a bombardear a distancia las ciudades medianas y pequeñas allí hasta
reducirlas a esqueletos, como hicieron en Mariupol. Luego, las tropas rusas procederían a entrar en ellas.
Después de casi tres años de guerra y siendo asaltada por la propaganda que insistía en que Rusia está “haciendo grandes progresos”, el hecho indiscutible es que hoy está estancada en las mismas partes que invadió primero sin hacer avances militares reales.
En cambio, en agosto de 2024, las tropas ucranianas tomaron la ciudad de Kursk, dentro del territorio ruso, y se encuentran allí de manera estable. Varias oleadas de tropas rusas que intentaron recuperar la zona fueron diezmadas por los ucranianos. La revista Newsweek informa que el ejército ruso perdió más de 2.000 hombres en un día durante una de estas oleadas el 28 de noviembre, y más de 41.000 solo en noviembre pasado.
Según una proyección realizada por Newsweek, el número de bajas rusas ha alcanzado más de 738.000 desde el comienzo de la guerra. Podemos imaginar que el número de soldados heridos que no pueden regresar al frente de batalla también es proporcionalmente alto.
El hecho de que esta estimación sea cierta o no no cambia el hecho de que Putin se está quedando sin hombres para reemplazar a los que caen en el campo de batalla. Hemos visto que el reclutamiento obligatorio decretado por Putin fue seguido por una enorme salida de jóvenes que huyeron del territorio ruso, lo que revela la gran impopularidad de esta guerra en Rusia.
Esto explica por qué Putin se vio obligado a recurrir a hombres de Cuba, Nepal (15.000), Corea del Norte (10.000) y ahora incluso Yemen.
Si observamos los suministros militares que utiliza Rusia, vemos que la mayoría de los bombardeos de ciudades se han realizado con misiles norcoreanos y drones iraníes. En otras palabras, Rusia ya no puede suministrar sus propias armas.
En resumen, Rusia da muchas señales de agotamiento, lo que equivale a decir que se encuentra en su posición más frágil desde el comienzo del conflicto. Ucrania tiene ahora su mejor oportunidad de derrotarla, si de hecho Occidente le proporciona una ayuda militar más sustancial y levanta las restricciones sobre el uso de las armas que ha suministrado a Ucrania.
Es en este momento cuando Trump sube al escenario exigiendo que Ucrania entregue el territorio ocupado a Rusia en nombre de la “paz”.
Parece muy probable que el nuevo presidente estadounidense quiera salvar a Rusia de una vergonzosa derrota en Ucrania, que también significaría el fin de su buen amigo Putin.
Por lo tanto, el supuesto “pacificador” Trump en realidad está exigiendo que Ucrania se rinda para mantener el mito de una Gran Rusia, que necesita conquistar a otros pueblos para crear un nuevo Imperio bajo su égida: una versión reciclada de la Unión Soviética…
Los estadounidenses deberían hacer un pequeño ajuste al eslogan MAGA: Make America Great Again (Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande). El verdadero lema de la política internacional de Trump debería ser “Hacer que Rusia vuelva a ser grande”.
Trump presenta esta “propuesta de paz” como una gran ventaja para Estados Unidos y para todo el mundo que está perdiendo tantas vidas y está agotado por tantas guerras.
Analicemos con calma y en profundidad lo que realmente significa esta propuesta.
I – Desde la perspectiva ucraniana
Después de ser una república soviética durante 69 años (1922-1991), Ucrania entró en un período de transición desde un régimen autoritario comunista a la democracia (1991-2004). Este período estuvo marcado por dos presidentes prosoviéticos iniciales: Kravchuck (que había sido el Jefe del Estado cuando Ucrania era una República Soviética) y Kuchma; este último convocó una elección amañada para dar la victoria al candidato prosoviético. En protesta por ese fraude, Ucrania tuvo su Revolución Naranja en 2004-2005. Una segunda vuelta electoral dio la victoria a Viktor Yuschencko, que era prooccidental y tenía una plataforma no comunista.
Después de Yuschencko, fue elegido el candidato prosoviético Yanuckowich. Fue seguido por dos candidatos prooccidentales: Porochencko y Zelensky. Fue bajo el gobierno de Porochencko que Rusia invadió Crimea en 2014; Fue bajo el mando de Zelensky que Rusia invadió el este de Ucrania en 2022.
Rusia quedó sorprendida por el valor de las tropas
ucranianas en el campo de batalla.
Los ucranianos están luchando heroicamente por recuperar estas dos partes de su territorio. Esta reacción cuenta con el pleno apoyo de la opinión pública. Por ejemplo, hay grupos de mujeres –madres, abuelas, esposas e hijas de soldados desplegados– que han formado grupos paramilitares para derribar drones que entran en los cielos de Ucrania. Uno de estos grupos se llama Brujas de Butcha.
Ahora, Trump viene a decirles que renuncien a su territorio con el pretexto de la paz. Los ucranianos se preguntan: “¿Qué garantía tenemos de que mañana Rusia no venga a apoderarse de otra parte de nuestro país? De hecho, ayer Rusia tomó Crimea y Estados Unidos no la ayudó; hoy Rusia toma las ciudades de Donestsk, Luhansk, Mariupol y Melitipol y Estados Unidos nos obliga a dejar de luchar por ellas. Lo que está haciendo Trump es darle la victoria a Rusia y obligarnos a aceptarla sin condiciones”.
¿Cuál fue el crimen de Ucrania para merecer semejante castigo? Se puso del lado de Occidente contra la dominación prosoviética y procomunista.
¿No es curioso que la primera preocupación del candidato ganador capitalista estadounidense sea dar la victoria a la Rusia prosoviética y antioccidental? ¿No parece una traición?
II – Desde la perspectiva rusa
Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022 imaginando que sería una toma de poder rápida, como sucedió en Crimea ocho años antes en 2014.
Tucson Sentinel
Después de casi tres años de guerra y siendo asaltada por la propaganda que insistía en que Rusia está “haciendo grandes progresos”, el hecho indiscutible es que hoy está estancada en las mismas partes que invadió primero sin hacer avances militares reales.
En cambio, en agosto de 2024, las tropas ucranianas tomaron la ciudad de Kursk, dentro del territorio ruso, y se encuentran allí de manera estable. Varias oleadas de tropas rusas que intentaron recuperar la zona fueron diezmadas por los ucranianos. La revista Newsweek informa que el ejército ruso perdió más de 2.000 hombres en un día durante una de estas oleadas el 28 de noviembre, y más de 41.000 solo en noviembre pasado.
Según una proyección realizada por Newsweek, el número de bajas rusas ha alcanzado más de 738.000 desde el comienzo de la guerra. Podemos imaginar que el número de soldados heridos que no pueden regresar al frente de batalla también es proporcionalmente alto.
El hecho de que esta estimación sea cierta o no no cambia el hecho de que Putin se está quedando sin hombres para reemplazar a los que caen en el campo de batalla. Hemos visto que el reclutamiento obligatorio decretado por Putin fue seguido por una enorme salida de jóvenes que huyeron del territorio ruso, lo que revela la gran impopularidad de esta guerra en Rusia.
Esto explica por qué Putin se vio obligado a recurrir a hombres de Cuba, Nepal (15.000), Corea del Norte (10.000) y ahora incluso Yemen.
Si observamos los suministros militares que utiliza Rusia, vemos que la mayoría de los bombardeos de ciudades se han realizado con misiles norcoreanos y drones iraníes. En otras palabras, Rusia ya no puede suministrar sus propias armas.
Un apretón de manos con múltiples mensajes....
Es en este momento cuando Trump sube al escenario exigiendo que Ucrania entregue el territorio ocupado a Rusia en nombre de la “paz”.
Parece muy probable que el nuevo presidente estadounidense quiera salvar a Rusia de una vergonzosa derrota en Ucrania, que también significaría el fin de su buen amigo Putin.
Por lo tanto, el supuesto “pacificador” Trump en realidad está exigiendo que Ucrania se rinda para mantener el mito de una Gran Rusia, que necesita conquistar a otros pueblos para crear un nuevo Imperio bajo su égida: una versión reciclada de la Unión Soviética…
Los estadounidenses deberían hacer un pequeño ajuste al eslogan MAGA: Make America Great Again (Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande). El verdadero lema de la política internacional de Trump debería ser “Hacer que Rusia vuelva a ser grande”.