NOTICIAS: 1 de febrero de 2023
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Atila Sinke Guimarães
Bendición papal para prostitutas transgénero - Después de su frase famosa "¿Quién soy yo para juzgar?" refiriéndose a los homosexuales siendo condenados por Dios y la Iglesia, que se convirtió en una carta de libertad para el movimiento homosexual en todo el mundo, el Papa Francisco ha batido su propio récord. Todos los miércoles ahora recibe a un grupo de prostitutas “femeninas” transgénero para saludarlas e intercambiar simpatías con ellas.

Presentaré una pequeña crónica de esta nueva y extraña rutina papal.

La costa del mar cercana a Roma, particularmente la ciudad de Torvajanica, está infestada de prostitutas de un tipo especial: son hombres que se someten a cirugías para parecerse a mujeres; luego, con esta apariencia artificial se roban los “clientes” de las prostitutas que ejercen su infame oficio en esa zona. La mayoría de esas “mujeres” transgénero son sudamericanas, con muchas argentinas entre su número.

El padre Conocchia recoge a 'las niñas' para llevarlas a una audiencia papal

En abril de 2020, durante las restricciones de la llamada pandemia de Covid, estas prostitutas transgénero perdieron “clientes” y estaban pasando por necesidades económicas. Pidieron la ayuda de un sacerdote de la zona, el P. Andrea Conocchia, párroco de la Iglesia de la Santísima Virgen Inmaculada – todo un contraste simbólico… El sacerdote prestó la ayuda que pudo pero no fue suficiente; por lo que sugirió que escribieran al Papa Francisco para pedir su ayuda. Francisco respondió rápidamente. Envió al limosnero papal, Card. Konrad Krajewski, para visitar Torvajanica y satisfacer las necesidades de esas prostitutas antinaturales.

A medida que se mitigaron las restricciones del Covid y esas prostitutas regresaron a su “trabajo”, expresaron el deseo de agradecer personalmente al Papa por su sustancial ayuda económica en esos tiempos difíciles. Una vez más, fueron al p. Conocchia, quien a su vez solicitó las bondades de sor Geneviève Jeanningros, quien ha trabajado durante años con los “marginados” en esa zona y conocía a Jorge Bergoglio de Argentina.

La Hna. Jeanningros se acercó al Papa, quien le dijo: “Tráemelos a todos, quiero conocerlos personalmente”. Como era imposible traerlos a todos a la vez, dado su gran número, más de 100, el sacerdote y la hermana dispusieron traer pequeños grupos al menos una vez al mes para asistir a las audiencias generales papales en la Plaza de San Pedro.

'Claudia', en primer plano, espera para entregarle sus empanadas a Francisco

Padre Conocchia recoge a “las niñas” -como él las llama- en la mañana, después de su noche de prostitución, y los lleva al Vaticano, un viaje de aproximadamente 18 millas. Después de su encuentro con el Papa, reanudan su vida “profesional”, sin ninguna amonestación sobre su maldad por parte de la hermana, el sacerdote o el Papa.

El primer grupo visitó al Papa en abril de 2022, pero con poca publicidad. Luego salió otro en junio de 2022, el “mes del orgullo gay”, con bombos y platillos para dar publicidad a la agenda LGBT. TIA ya cubrió ese encuentro. En esa ocasión uno de los hombres transgénero que se hacía llamar “Alessia” ofreció un libro había escrito titulado La chica invisible, en el que relata su gran “drama”.

Francisco le dijo que “lo hiciste muy bien al escribir esta historia. Hay que contar, informar, porque la gente no sabe”. Más tarde, "Alessia" le respondió para agradecerle la audiencia. Francisco regresó con un mensaje dirigiéndose a él como "mi querida hermana" y lamentando que la gente tuviera prejuicios contra las "mujeres" transgénero. Terminó bendiciéndolo. Mi lector puede encontrar una fotocopia del manuscrito con la traducción al inglés aquí.

Otra prostituta trans argentina que fue recibida por Francisco es “Claudia”; ella le trajo de regalo unas empanadas, una pequeña masa en forma de media luna rellena de carne o pollo. En el próximo encuentro con sus amigos transgénero el Papa Bergoglio les preguntó: “¿Dónde está Claudia con sus empanadas?”

Parece que está tan familiarizado con estas personas que en realidad está comiendo la comida que traen… Me pregunto por la higiene en la preparación. Curiosamente, Francisco, que mostró tal rigor ante la posibilidad de contagio de Covid hasta el punto de suspender las Misas y la distribución de los Sacramentos, ahora se siente perfectamente a gusto comiendo las empanadas hechas por prostitutas que probablemente no viven en el ambiente más antiséptico.

Francisco saludando a 'Noemí' - poco después es asesinado por uno de sus 'clientes'. Francisco conserva su foto en la oficina papal

Otro conocido papal de este grupo fue una argentina, “Noemí” Cabral, a quien se puede ver saludando a Francisco en la foto a la derecha. Como de costumbre, después de la reunión papal volvió a su ocupación como “mujer” prostituta. El 5 de octubre de 2022, “Noemí” fue encontrada muerta, estrangulada por uno de sus “clientes” en un hotel de Torvajanica donde habitualmente se ganaba la vida. En el siguiente encuentro con Bergoglio, Jeanningros informó de la tragedia y le entregó una foto de “Noemí”. Luego reveló que guarda la foto de “Noemí” en su oficina.

Sabemos por su propia boca que Francisco tiene una representación de Judas en su oficina. Ahora, hemos sabido que allí ha colocado una foto de una prostituta transgénero que fue asesinada en el ejercicio de su profesión. ¿No debería añadir también una representación de Satanás, la criatura marginada por excelencia que ha sido discriminada durante tanto tiempo?

Francisco recibe regularmente prostitutas transgénero

Independientemente de esta especulación, lo que parece cierto es que el Papa Francisco recibe regularmente prostitutas transgénero “femeninas” en sus audiencias públicas. La vuelta de estos hombres a su prostitución en las calles de Torvajanica tras sus encuentros con el Papa habla de la complacencia que tiene con esta práctica.

En realidad, hay toda una cascada de abominaciones que Francisco aprueba con estas audiencias:
  • El hecho de que en verdad estos hombres estén pecando con otros hombres implica una aprobación papal de la práctica de la actividad homosexual, un vicio que clama venganza al Cielo;

  • El hecho de que estos hombres se hayan sometido a cirugías antinaturales para ser castrados y se les inserten bolsas de plástico en el pecho para simular los senos de las mujeres e inducir a otros hombres a pecar con ellos implica una aprobación papal de esta cirugía antinatural, que es el colmo del vicio anterior;

  • El hecho de que ni Francisco ni el sacerdote ni la monja combatan la prostitución transgénero los convierte en promotores de estos pecados;

  • El hecho de que Francisco reciba públicamente a estas prostitutas transgénero es una forma indiscutible de promover esta abominación, es decir, es un escándalo público que induce a todos los católicos a aceptar a estos hombres, o incluso a imitarlos;

  • Cuando los recibe públicamente, vemos que está promoviendo abiertamente lo contrario de la moral católica y los Diez Mandamientos.
Hace años, cuando consideré el constante apoyo de Francisco a la homosexualidad, pensé que habíamos llegado al fondo del abismo. Me equivoqué. Ese abismo parece tímido cuando lo comparo con lo que está haciendo ahora al admitir regularmente prostitutas transgénero en sus audiencias. ¿Qué queda de la moral católica tras la promoción papal de estos vicios contra natura?

¿Qué más se necesita para que la copa de la ira de Dios esté llena?