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Sociedad Orgánica
La Luna y su halo
Por qué un católico se debe preocupar
por la sociedad
y no solamente por la Religión?
Plinio Corrêa de Oliveira
Una comprensión de la santidad y el esplendor de la sociedad temporal es fundamental, si no indispensable, para tener la virtud del amor de Dios. No debemos amar a Dios solo como un ser abstracto perdido en el cielo más alto, sino a través de las imágenes que lo reflejan en esta tierra.
Dios estableció la Iglesia Católica como un medio para que lo conozcamos y lo amemos a través de su institución, gobierno y estructura jerárquica. Además, a través de la santidad de su Historia, la majestuosidad de su liturgia, la pureza de su doctrina y, por supuesto, las gracias santificadoras de las cuales ella es el canal necesario.
Dios debe ser glorificado en todos los aspectos de la vida creada. Giusto dei Menabuoi, siglo XIV, Padua
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Pero Dios también creó al hombre como un ser social llamado a construir una sociedad temporal con una vida civil adecuada para reflejarlo. El hombre está llamado a moldear dicho orden temporal de acuerdo con los principios católicos, para que en todos los aspectos de la vida humana se glorifique a Dios. Esta no es solo una opción casual para los hombres, sino una necesidad, una necesidad imperativa.
Las perspectivas temporales y religiosas de la gloria de Dios son como los dos ojos que Dios nos dio para ver. Con un ojo, tenemos la noción de la profundidad de un panorama; Con el otro, su anchura. La armonización de los datos de ambos ojos, por lo tanto, da una imagen completa de la realidad objetiva ante nuestros ojos. Del mismo modo, las perspectivas temporales y religiosas de la sociedad deben armonizarse en nuestras almas para que podamos tener una visión completa del conjunto de la realidad creada, amarla en consecuencia y darle la debida gloria a Dios.
En el conjunto del orden instituido por Dios, hay una perspectiva general,
una visión global, que hablando correctamente es la visión completa de la
creación. Una visión amplia de la santidad proviene de esta visión del
conjunto de un mundo organizado según la doctrina católica. Es una santidad
más extensa que la santidad de una sola persona, familia o un seminario
piadoso. Al considerar este conjunto del orden instituido por Dios, tenemos
la imagen más perfecta de Él.
Este conjunto refleja tal belleza de Dios que considero que es el reflejo más perfecto posible de Dios que el hombre pueda tener. Es esta santidad suprema que el hombre está llamado a conocer, amar e imitar.
También creo que nadie puede ser indiferente a este conjunto. De manera explícita o implícita, todos los hombres se posicionan ante estas dos grandes realidades armonizadas: la Santa Iglesia Católica y Apostólica, la sociedad sobrenatural y el orden temporal cristiano.
La iglesia católica es como la luna, y el orden cristiano es como el halo de luz que la rodea. Ese halo luminoso más hermoso es la sociedad temporal. La luminosidad existe en función de la luna, al igual que el Estado católico vive en función de la Iglesia.
Nadie puede ser indiferente a esta realidad. La expresión misma "indiferencia religiosa" con respecto al papel de la Iglesia Católica en la sociedad temporal es un término acuñado por los enemigos de la Iglesia. Es por esto que el indiferentismo religioso está fuertemente condenado.
Además, uno no puede ser indiferente ante las reflexiones de Dios en la tierra.
Imaginemos que en dos apartamentos vecinos hay familias con estilos de vida completamente diferentes. Una es una buena familia católica en cuyo hogar el ambiente es sobrenatural y los miembros viven en armonía. La otra es una familia con malas costumbres, en donde algunos miembros se emborrachan habitualmente, otros usan drogas; El mal lenguaje y el adulterio son comunes; peleas e insultos son normales. ¿Cómo puede alguien pretender que los dos apartamentos no importan para la gloria de Dios o permanecer indiferentes acerca de si una persona vive en uno frente al otro?
En el primer departamento, el rostro de Dios está representado por la virtud de la familia; la otra familia expresa lo opuesto a él. Nadie debe ser indiferente a esto. En esta situación particular, amar a la imagen de Dios en todas las cosas implica amar a la buena familia católica y odiar la maldad de la mala.
El verdadero amor de Dios incluye el amor de todo lo bueno que existe en la tierra y el odio de todos los desórdenes y vicios que niegan las perfecciones y excelencias de Dios.
Estas son algunas presuposiciones que debemos tener para ingresar a nuestro estudio de la sociedad orgánica.
| Prof. Plinio |
La Sociedad Orgánica fue un tema muy querido por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Se dirigió a este tema en innumerables ocasiones durante su vida, a veces en conferencias para la formación de sus discípulos, a veces en reuniones con amigos que se reunían para estudiar los aspectos sociales y la historia de la cristiandad, a veces de manera sencilla.
Atila S. Guimarães seleccionó extractos de estas conferencias y conversaciones de las transcripciones de las cintas y sus propias notas personales. Los tradujo y adaptó en artículos para el sitio web de TIA. En estos textos se mantiene la fidelidad a las ideas y palabras originales tanto como sea posible.
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