Qué es Sociedad Orgánica por Plinio Correa de Oliveira

Sociedad Orgánica

Las Sociedades perfectas: Iglesia & Estado

Plinio Corrêa de Oliveira

De las dos sociedades perfectas, la Iglesia y el Estado, la Iglesia es la más elevada. ¿Qué significa "perfecto" en este caso?

He visto a los progresistas reírse de la Iglesia, diciendo: “Los católicos tradicionalistas dicen que la Iglesia es una sociedad perfecta, pero mira este o ese Papa que era imperfecto. ¿Cómo puede la Iglesia llamarse a sí misma una sociedad perfecta? ”Este tipo de objeción solo demuestra que la persona que lo dice, no tiene idea de lo que está hablando.

La llave papal de oro representa su poder directo sobre la esfera espiritual, la llave de plata su poder indirecto sobre la esfera temporal.

Perfecto aquí no significa que sea moralmente perfecto, sino socialmente perfecto. Perfecto viene del latín per factum, lo que significa que es una sociedad que, de hecho, tiene todos los medios necesarios para alcanzar su objetivo adecuado. El objetivo del Estado es proporcionar orden, armonía, asistencia, instrucción y protección a sus miembros. Como un estado normalmente tiene los medios para hacer estas cosas, se llama una sociedad perfecta.

La Iglesia es una sociedad perfecta porque Nuestro Señor Jesucristo la fundó para hacer que las personas conozcan, amen y sirvan a Dios sobre todas las cosas y, al hacerlo, para salvar sus almas. La Iglesia también se esfuerza por cumplir la voluntad de Dios en la tierra para que la vida aquí sea lo más parecida posible a la del Cielo.

Para lograr estos objetivos, Nuestro Señor estableció el Papado y la Jerarquía para gobernar y enseñar a la Iglesia, instituyó los Sacramentos para distribuir la gracia y le brindó todos los medios necesarios para que permanezca sana, ordenada, armónica e independiente, así como para protegerse a sí misma. contra los enemigos espirituales que la atacan desde fuera o desde dentro. Por eso, la Iglesia es también una sociedad perfecta.

Ya que tanto la esfera temporal como la espiritual son sociedades perfectas, y ambas ejercen su influencia y poder sobre las mismas personas, sus esferas individuales deben definirse para evitar conflictos.

La doctrina y la historia nos enseñan que el Estado no debe intervenir ni en los asuntos de la Iglesia (las elecciones de Papas, las nominaciones de obispos y sacerdotes) ni en la enseñanza moral y dogmática de la Iglesia, así como en la emisión de sus leyes. Análogamente, la Iglesia no debe intervenir en los asuntos del Estado, a menos que sea para prevenir el pecado.(ratio peccati - por razón del pecado). Ella puede tener una influencia sobre el Estado a través de las virtudes sobrenaturales que emanan de ella, como la única Iglesia verdadera del único Dios verdadero. Pero esto no significa que ella deba intervenir directamente en la esfera temporal.

Por lo tanto, tanto las esferas espirituales como las temporales son independientes, y deberían tener una relación armónica. Se necesitan mutuamente no para lograr sus objetivos esenciales, sino para propósitos secundarios. El Estado debe proporcionar a la Iglesia protección contra sus enemigos temporales y brindar ayuda material a la Iglesia en caso de que la necesite. La Iglesia debe ofrecer al Estado protección contra sus enemigos espirituales, mejorar la relación del Estado con sus súbditos e inspirar sus costumbres y leyes para seguir la doctrina católica.

Ambas esferas son perfectas y soberanas, pero deben vivir en armonía.

De las dos sociedades perfectas, la Iglesia es la más elevada porque su meta es eterna, mientras que la meta del Estado es transitoria. Esto no significa, sin embargo, que el Estado sea prescindible. Tanto la Iglesia como el Estado son indispensables. Cada uno tiene su función propia que no puede ser reemplazada, excepto temporalmente, por el otro.

Como consecuencia, el sacerdote no debe entrar en los asuntos del laico, al igual que el laico no debe entrar en los asuntos del sacerdote.

Los católicos contrarrevolucionarios como nosotros tenemos una vocación especial de conocer, amar y defender una relación armónica entre la Iglesia y el Estado.

Obediencia y participación en el poder.

Estas dos sociedades están formadas por un gran número de organismos intermediarios.

Edificios gremiales en Brujas, arriba, y en La "Grand Place" de Bruselas, abajo, ilustran su influencia

En la medida en que el Estado mantiene estos organismos intermedios y promueve su crecimiento, es orgánico y feudal; en la medida en que los sofoca o los extingue, se vuelve artificial y revolucionario.

Por ejemplo, en un Estado feudal existe una interrelación entre él y los miembros de esos organismos intermedios, de modo que ninguno de estos últimos simplemente obedecería sin tener voz o ejercer alguna influencia en el poder del Estado. Creo que este es un punto importante a destacar.

En la Edad Media, los trabajadores de un gremio tendrían una participación en el gobierno de su gremio de una forma u otra. Los gremios tenían su propia jerarquía, el maestro artesano, el oficial y el aprendiz, que era respetado. También tenían un fuerte componente religioso: normalmente elegían a un santo patrón, alguien que tenía una estrecha relación con su profesión. A menudo, el presidente de la fraternidad religiosa de un gremio era un oficial o incluso un aprendiz, y esto no alteraba la jerarquía normal existente en el gremio. El maestro no se ofendería ni lo consideraría una afrenta a su autoridad. Era considerado como absolutamente normal.

Esto debería dar una idea de cómo funcionaban los organismos intermediarios de una sociedad orgánica. A pesar de que había una jerarquía oficial en el gremio, en la práctica, la autoridad tendría muchas excepciones a las reglas que fundamentaban la institución en la vida de las personas. La teoría sola no puede dar una imagen de la realidad. Si bien la teoría es necesaria para comprender la estructura de los gremios, es necesario colocar las reglas entre paréntesis y ver la gran cantidad de excepciones que tejen el rico tejido de la realidad. Quien entiende esto comprende la totalidad de la realidad, con sus reglas y excepciones. Es difícil tener esta visión, pero también es mucho más interesante.

En esta visión de conjunto, vemos que los gremios a menudo desempeñan un papel en los asuntos administrativos en su ciudad o pueblo. No era raro que en una ciudad con gremios fuertes y muchos trabajadores, los gremios se convirtieran en el poder dominante de la ciudad.

Debemos entender que por regla general las clases sociales son distintas. Al mismo tiempo, debemos darnos cuenta de que hay muchas excepciones que deben aceptarse amablemente y con buena voluntad, y no con sospecha o temor. El hecho de que una organización de naturaleza inferior a veces ejerza un poder de naturaleza superior debe reconocerse libremente. Esto no disminuiría de ninguna manera a las organizaciones superiores.

Abadesas como gobernantes temporales

Una abadesa princesa

Nadie se esfuerza más que la Iglesia por instruir a las mujeres en su lugar adecuado en la sociedad, es decir, que estén sujetas al hombre: esta es la regla.

Sin embargo, solo bajo la inspiración de la Iglesia existieron estados donde gobernaron mujeres. Esto ocurrió en los grandes conventos que tenían estados temporales tan grandes que se convirtieron en feudos temporales. Por esta razón, las abadesas en efecto recibirían títulos temporales como condesa, duquesa o princesa de esa tierra y provincia. De hecho, ejercían el poder temporal sobre esas poblaciones y eran respetadas como tales.

Esta excepción a la regla se hacía sin un comité de planificación, ocurría orgánicamente.

En parte de su historia, el Sacro Imperio Romano Alemán estaba compuesto por alrededor de 1.000 pequeños estados. Varios de esos estados estaban gobernados por mujeres. Es perfectamente comprensible. Es orgánico.

Posted 26 de junio 2019

Prof. Plinio

La Sociedad Orgánica fue un tema muy querido por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Se dirigió a este tema en innumerables ocasiones durante su vida, a veces en conferencias para la formación de sus discípulos, a veces en reuniones con amigos que se reunían para estudiar los aspectos sociales y la historia de la cristiandad, a veces de manera sencilla.

Atila S. Guimarães seleccionó extractos de estas conferencias y conversaciones de las transcripciones de las cintas y sus propias notas personales. Los tradujo y adaptó en artículos para el sitio web de TIA. En estos textos se mantiene la fidelidad a las ideas y palabras originales tanto como sea posible.

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