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Jóvenes bailan ante las reliquias de Santa María Goretti
Santa María Goretti nació el 16 de octubre de 1890 en una familia de agricultores de la ciudad de Corinaldo, en la provincia de Ancona, Italia, perteneciente a la diócesis de Senigallia. La niña de 11 años fue herida mortalmente mientras defendía su virginidad de un ataque por parte de un joven, Serenelli, el 5 de julio de 1902. El crimen ocurrió en Ferrera di Conca, donde sus padres habían ido en busca de un mejor trabajo.Fue trasladada a un hospital en la cercana ciudad de Nettuno, donde fue tratada sin éxito. Murió a causa de las heridas de arma blanca el 6 de julio.
Fue beatificada en 1947 y canonizada en 1955 por Pío XII. Sus restos se veneran en el Santuario de Nuestra Señora de las Gracias en Nettuno, en la diócesis de Albano.
La diócesis de Albano permite a veces que las reliquias de la santa regresen a su ciudad natal, Corinaldo. La última vez fue hace cinco años. Este año 2025, las reliquias fueron enviadas a Corinaldo para ser honradas por sus fieles del 27 de enero al 2 de febrero. Fue una gran alegría para todos los católicos locales. Se realizaron misas, procesiones y ceremonias en honor de la santa.
En este ambiente festivo se insertó la danza que vemos arriba, interpretada por miembros de la Comunità Cenacolo, Comunidad del Cenáculo.
Este grupo fue fundado por Madre Elvira Petrozzi para ayudar a los jóvenes, hombres y mujeres, adictos a las drogas y otros vicios y llevarlos de regreso a la fe: una misión digna.
Madre Elvira, sin embargo, les dio a estos jóvenes una formación progresista-pentecostal con énfasis en la danza, incluida la danza litúrgica. La espiritualidad que les transmitió se basa en las visiones de Medjugorje.
Por ello, para honrar la llegada de las reliquias de Santa María Goretti a su ciudad natal, la Comunidad del Cenáculo trajo un grupo de seis bailarines adolescentes para bailar al son de una música – Ganas de vivir – del cantante protestante español Kike Pavón.
Ni la danza litúrgica, ni el ritmo, ni la inspiración protestante de la música eran apropiados para ser interpretados dentro de una iglesia católica donde estaban presentes las reliquias de una gloriosa Santa local.
No culpamos a los jóvenes, sino a las autoridades religiosas que organizaron las ceremonias, y a Madre Elvira por la formación progresista que les dio.
Abajo en primera fila, la Comunidad del Cenáculo en acción interpretando otra danza litúrgica; En las otras filas, algunos primeros planos de Madre Elvira.
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Fotos de este vídeo y de Internet