Arte y Arquitectura
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
El uso de imágenes religiosas en objetos profanos inapropiados
Se lanzan bolsas de frijoles a este tablero de cornhole "sagrado". *Cornhole juego al aire libre que se puede jugar en familia o con amigos.
Otra tendencia reciente es colocar imágenes bellamente diseñadas de una Custodia, la Virgen con el Niño, el Sagrado Corazón, etc. en patinetas. Incluso hay empresarios llamados católicos que están haciendo juegos de Cornhole con símbolos religiosos pintados con imágenes como el Sagrado Corazón, el Inmaculado Corazón y Nuestro Señor Coronado de Espinas. (Cornhole es un juego de césped en el que los jugadores lanzan bolsas de frijoles a un tablero con un agujero)
Desordenado y desequilibrado
Parecería que los compradores de tales artículos son personas piadosas, no aquellos que quisieran pisotear, destrozar y degradar el Rostro de Cristo o el Inmaculado Corazón de Nuestra Señora. Ésa es la nota irónica del asunto: seguramente quienes se esfuerzan por tener devoción a Nuestro Señor y a Nuestra Señora deberían tener el buen sentido y el espíritu equilibrado para darse cuenta de que arrojar bolsas de frijoles al Santo Rostro de Nuestro Señor o a una imagen de Nuestra Señora es ofender y degradar a esas Personas.
El Sagrado Corazón “decorando” pijamas e incluso pantuflas de dormir; abajo, una bolsa de pañales y una calcomanía para pañales
Reconocer estos abusos es una simple cuestión de decoro católico y de sentido común básico. Lamentablemente, el mundo moderno, tan desordenado y desequilibrado, ha transmitido su espíritu inestable incluso a hombres y mujeres de buena voluntad.
Estos católicos, en un esfuerzo por demostrar lo católicos que son poniendo símbolos religiosos en todo objeto de uso posible, terminan demostrando lo contrario: que han perdido el espíritu católico de respeto por lo que es santo, sacro y bueno.
Un buen católico debería indignarse por el uso de imágenes sagradas en cosas profanas inapropiadas. Esta indignación es una reacción ordenada y encomiable.
Hoy en día, muchos católicos –incluso sacerdotes y religiosos que deberían ser más conscientes de la dignidad de las imágenes sagradas– hacen uso de los símbolos de nuestra fe de maneras que no corresponden en absoluto a la reverencia que se les debe. Este abuso, evidente en las tablas de cornhole y las patinetas, se extiende a camisetas, zapatos, pantuflas, calcetines, pañales, fundas de asientos, toallas para la cara y el baño, y muchas otras cosas comunes que no pueden dar a Nuestro Señor, Nuestra Señora o los Santos el honor y la gloria que se les deben.
Señal de un alma desequilibrada
Patinetas ‘sagradas’ que serán pisoteadas y recibirán todo tipo de rasguños
Sin embargo, estos muebles siempre fueron objetos sacros preciados y se exhibieron como una expresión de la piedad de la familia.
Por el contrario, el asiento del inodoro y la bolsa de pañales tienen un uso prosaico y no son lugares para mostrar una imagen de Nuestra Señora o un Santo. No se debe ensuciar ni tirar por ahí la imagen de la Cruz o un Santo estampado en una gorra de béisbol, etc. La camiseta sudada, que se originó como una prenda interior hasta que se convirtió en un símbolo unisex de rebelión en la década de 1960, no debe estar adornada con imágenes de Nuestra Señora y los Santos.
Hasta que las autoridades religiosas abrieron sus puertas al mundo moderno en el siglo XX después del Vaticano II, tales abusos de las imágenes sacras eran impensables y habrían sido condenados por todos los sacerdotes, monjas y maestros católicos, así como por los padres católicos.
Lamentablemente, hoy hay sacerdotes que incluso bendicen los tableros de cornhole “sagrados”, dando su aprobación a un juego que, todo en broma, arroja bolsas de frijoles al Inmaculado Corazón de María, golpeando simbólicamente su Corazón que ya está tan profundamente ofendido.
Incluso escuché de un joven que le pidió a un sacerdote que bendijera su patineta impresa con un Cáliz Sagrado y una Hostia. De esta manera, el joven pisotea y profana un símbolo de la Sagrada Eucaristía, el precioso Don de Su Cuerpo que Nuestro Señor dio al hombre, no para ser banalizado y subvalorado con un trato desconsiderado, sino para ser honrado y adorado.
Falta de seriedad
En otro artículo he abordado el tema de la degradación de la bandera estadounidense, símbolo de nuestro país. Si el mal uso de un símbolo patriótico trivializa y deshonra lo que debería ser tratado con dignidad, cuánto mayor es la deshonra y el ultraje que se hace contra los símbolos de nuestra Santa Fe. No es apropiado arrojar bolsas de frijoles a la bandera estadounidense, y es aún menos apropiado arrojar bolsas de frijoles a las imágenes sagradas.
Calcetines de San José y Nuestro Señor en zapatillas de tenis...
En aquellos benditos días del pasado, los católicos comprendían la importancia de rendir homenaje a las Sagradas Imágenes como representaciones de Nuestro Señor, Nuestra Señora o los Santos. Cualquier acto de reverencia que se muestre hacia una pintura o estatua es un acto de reverencia hacia el Santo que representa. De la misma manera, cualquier abuso de una Imagen Sagrada es un abuso hacia el Santo que representa.
En última instancia, este espíritu desenfadado de exhibir objetos sagrados en cada prenda de vestir o juego revela, como mínimo, una falta de seriedad. El mal uso de las Imágenes Sagradas nace de una actitud informal y espontánea hacia lo que es santo y bueno.
Las camisetas se vuelven sudadas y sucias, un lugar inapropiado para imágenes de Nuestra Señora
Hoy en día, el bien y el mal se han integrado constantemente en una especie de papilla, como señala aquí el profesor Plinio Correa de Oliveira. En consecuencia, el hombre ha perdido el sentido de la indignación al ver que se maltrata y abusa de lo que es bueno y bello. Así, hoy tenemos imágenes sagradas impresas casualmente en los objetos más banales y prosaicos, como leggings, camisetas y calcetines de mujer.
Si se hace algún reproche, no es contra quien abusa de lo que es sagrado, sino contra quien critica y condena el abuso como prosaico e inapropiado. A este último se le acusa de ser ridículo, hipersensible y fuera de contacto con la realidad. Esto se debe a que en el fondo el hombre moderno no quiere creer que las cosas sean tan serias como son, que la vida sea tan seria como es.
En resumen, los católicos deberíamos volver al respeto que tenían nuestros antepasados por todo lo sagrado y divino. En lugar de convertir a Nuestro Señor, Nuestra Señora y los Santos en merchandising impreso en todas partes, adornemos nuestros hogares con bellos objetos de arte sacro y vistámonos con la dignidad que corresponde a los hijos de Dios y coherederos con Cristo. (Rom 8:17)
Una doble degradación: un tablero de cornhole con la cruz y la bandera estadounidense
Publicado el 10 de febrero de 2025
______________________
______________________
 |
 |
 |
